
De un andar errante con el vuelo roto,
subterráneos,
bebiendo de la yugular del tiempo
su humor amargo.
Un rumor de agua que extraña el llanto,
una piedra que emana sueños,
un espejo roto que nadie mira,
un montón de basura en la mirada,
un dolor de astilla en la certeza
de que tocarnos ya no nos gusta tanto.
1 comentario:
¿Es un homenaje a Ricardo Castillo?
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